Nunca llueve eternamente.

A veces poeta, dramaturgo, guionista, cineasta, pero tristemente humano.

El escenario del recuerdo


LA ESCUELA DE FORMACIÓN ARTÍSTICA PÚBLICA VIVE EN CARNE PROPIA EL TEATRO DE LA VIDA QUE LE TOCA VIVIR.

En la Escuela de Formación Artística Pública Virgilio Rodríguez Nache, el drama es parte de la vida cotidiana, ante ello, la escuela de arte hace un llamado a la sociedad trujillana para recuperar el prestigio que una vez supo brillar con luz propia. El teatro en nuestra ciudad ha sido un bajón considerable la falta de profesores, infraestructura apropiada para los ensayos son unos de los principales motivos que este arte necesita ser reactivado en nuestra sociedad. Según declaraciones de Julissa Tafur en el suplemento dominical Enfoque, el presupuesto indicado para el vestuario no llega ni al 00.5% del total asignado a la escuela de formación artística. Por su parte, hace referencia que no cuentan con accesorios, prendas ni accesorios, ni sombreros para utilizarlos en los ensayos o presentaciones, con el tiempo se han desgastado o simplemente han ido desapareciendo, afirma Manuel Calderón Gamboa. Los docentes de esta escuela artística de teatro hacen su reclamo y sentencian que no son las únicas carencias que tienen en su haber, no obstante, Calderón Gamboa agrega: ‘’Hace muchos años atrás el teatrín del Instituto Nacional de Cultura (hoy Dirección Regional de Cultura) servía como un escenario para las prácticas de nuestros alumnos; sin embargo, ahora ya no lo podemos usar y por ende no contamos con un espacio propio donde podamos representar nuestras obras. 


Actores que la luchan


Los más perjudicados son los mismos estudiantes, ante tanta falta de motivación y, sobre todo, descuido por la triste careta de la escuela. Ellos no escatiman esfuerzos y también alzan su voz en señal de protesta. Una de las valientes que sale a dar declaraciones en el suplemento es Débora Castro Vera, de 20 años y es su primer año en la actuación define que las grandes necesidades es la falta de un teatrín para poder trabajar ya que actuar en un aula no es lo mismo; y claro tiene toda la razón del mundo. Por su parte, Jorge Avelino, de 33 años, agrega que los estudiantes deben buscar espacios o zonas públicas para dar exámenes o ensayar.

Ante las adversidades, los actores la luchan para ingeniarse para poder salir adelante dentro de un circulo artístico que no tiene mucho apogeo en nuestra sociedad trujillana; triste realidad de una careta gris de nuestro teatro local.


Ambiente dramático


Ha vista de todo el mundo, uno al ingresar a la Escuela Superior de Formación Artística, se percibe una sensación de falta de motivación por el deterioro de sus infraestructura, y por ende, trae consigo una sensación de soledad y tristeza. La falta de recursos, los espacios reducidos, la falta de implementos hacen que la deserción estudiantil sea un grave problema, como el abandono de los estudiantes es algo común en estos días y perjudicial para los que viven del teatro. ‘’Muchos piensan que promocionar el arte es un pérdida de tiempo, pero deben saber que ahora ya es una carrera universitaria y existe un campo laboral que cada vez es más bueno y rentable’’, señala con optimismo un estudiante emprendedor. Marco Ledesma, reconocido docente con amplia experiencia en ese rubro artístico, en sus 30 años de trayectoria, opina que la deserción de los alumnos se debe principalmente a un problema ocupacional. ‘’Los estudiantes de actuación no saben cuáles serán sus oportunidades laborales futuras, salvo que decidan ser profesores’’, explica. 



Desgano total



La mayoría de las declaraciones provenientes de la fuente dominical Enfoque  concuerdan que los problemas radican en el abandono que sufren por parte del Estado. ‘’No existen políticas educativas, ni culturales, la falta de presupuesto, infraestructura, escasos salarios que reciben los profesores generan que la enseñanza no sea de la mejor calidad. Esto no permite una mayor presencia en las escuela y se pierda el rigor en la formación se los actores’’, precisa a manera de autocrítica Marco Ledesma. Si la situación crítica no se mejora el teatro se mirara con otros ojos, ya no como arte deleitoso, más bien se convertirá en un arte mediocre y obsoleto perdiendo toda la esencia que contrae la belleza teatral. Se estima que el Gobierno pueda favorecer a las instituciones para el beneficio de público gustoso de apreciar el buen arte trujillano.