De muy pequeño uno de mis mejores amigos era un balón de futbol, tenía una ligera ilusión de jugar en algún estadio –que por cierto lo cumplí- o jugar en cualquier división de la profesional.
El sueño de mi infancia se truncó debido a que el fútbol no llenaba todos mis vacíos existenciales.
Entré a la universidad, poniendo fin a mi ilusión de niño. Opte por una carrera de humanidades, y aquí estoy, de lo contrario me hubiera arrepentido toda la vida, las cosas pasan por algo ya que no me hubiera gustado estar en esta red podrida del futbol profesional.
El sueño de mi infancia se truncó debido a que el fútbol no llenaba todos mis vacíos existenciales.
Entré a la universidad, poniendo fin a mi ilusión de niño. Opte por una carrera de humanidades, y aquí estoy, de lo contrario me hubiera arrepentido toda la vida, las cosas pasan por algo ya que no me hubiera gustado estar en esta red podrida del futbol profesional.

Pero para todo hay una solución, como lo dije en el párrafo anterior: La renovación desde la raíz, no importa si se corten cabezas, se lo merecen. Otra salida es la que pasó el futbol profesional de Chile hace 10 años. Nos remontamos a Santiago. Dos equipos: la U de Chile y el Colo-Colo, lo que ahora sería Alianza Lima y Universitario, una crisis total. El directorio chileno pasó a formar parte de una Sociedad Anónima Abierta, le dio la receta mágica al cáncer que padecían, pero no fue fácil del todo, era como tomar un jarabe de hierbas que no era muy gustosa al paladar, si no la tomaban morían y así fue. Ahora vemos que el campeonato chileno nos lleva años de años luz, una reciente Copa Sudamericana, nos los confirma. O si seguimos el ejemplo de la Premier League de Inglaterra que cualquier magnate extranjero compre un club deportivo y lo haga suyo, propiamente suyo, sería otra salida de emergencia en el últimos caso.
Se imaginan: Subastas de equipos profesionales de futbol del Perú, en pleno palacio de gobierno ya que es ahí donde subastamos todo lo nuestro a los chilenos, digo al extranjero. Vendría un Sebastián Piñera y compraría sin dudarlo al equipo del pueblo ‘’Alianza Lima’’ y con eso tendría dos equipos bajo su dirección uno en Chile y otro en el Perú. Pero si Alianza Lima ya tenía en planes dejarlo todo en manos en chilenas, por eso mismo, me cambie de equipo.
La conclusión de esta columna sería, que el futbol chicha peruano, por no decir todo el Perú, anda cambalacheado y al revés, patas arriba, de contra, acangrejado, y como el título de mi texto dice: podrido. ‘’Sudemos la camiseta, sudemos juntos con garra y valor, que cada gol sea un fiesta… Si se puede carajo, ¡Vamos al mundial Brasil 2012!’’, con este paso lo máximo que podemos aspirar es ir al Mundialito del Porvenir y eso es. Muchos jugadores locales andan sin trabajo, algunos equipos se retiran del campeonato y Burga feliz por Suiza. Acá el futbol y la esperanza van de la mano y es lo último que se pierde, pisen tierra, por favor.