Nunca llueve eternamente.

A veces poeta, dramaturgo, guionista, cineasta, pero tristemente humano.

El Óscar en la versión del tío Sam



No me gustó la reciente entrega de los premios de la academia. No me gusta su politización, el favoritismo americano, su nacionalismo exacerbado, la presentación a mejor película; las votaciones a dicho premio me dan una desconfianza letal muy próxima a la ira.

‘’Argo’’ fue la mejor película del año (para los citizens del Tío Sam), confieso que me ha originado una ampolla por el buen gusto que tengo en apreciar una buena película rica en secuencias perfectas. Este mencionado film trata sobre el rescate de seis funcionarios de la embajada de EE.UU en Teherán (Irán) en 1980. Claro está, que podría calificarlo como una película anti-iraní y también como una distorsión de la historia ya que siempre el estado Americano quiere ser el ‘’bueno’’ de todo. Una vez queda demostrado que el cine es un fuerte impulsador de la propaganda política. O, si no recomiendo mirar un poco de cine ruso bajo el contexto de la revolución, el cine soviético nace con el objeto de concientizar el comunismo. Los cineastas se vuelvan a la producción de filmes patrióticos anti-alemanes. Serguéi Eisenstein, uno de los grandes del cine con sus ideales comunistas lo condujeron a que Stalin se aproveche de eso. Él era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró a Eisenstein como una figura controvertida para ello.

En pleno siglo XXI, las cosas no han cambiado mucho que digamos. Y ahora que ya se sabe que Michelle Obama, la esposa del presidente de EE.UU (Barack Obama cada día se parece a cualquier Bush), fuera la encargada, a través de un vídeo, de abrir el sobre y anunciar a “Argo” como ganadora, ha sido también visto como un signo de “politización” de los galardones. Pero, en todo caso, el triunfo del nacionalismo hollywoodense sacrifica con creces el cine artístico y de calidad a las consignas políticas. La pregunta sería ¿Cuándo se jodió el cine de Hollywood? El cineasta iraní Behruz Afjami parece tener la respuesta en comentarios recogidos por Mehr, afirma que, en su opinión, “Argo” se ha realizado “con fines propagandísticos” y que el hecho de que haya recibido el Óscar a la mejor película “es el mayor golpe que se le podía dar al prestigio de la Academia de Hollywood”. Ese es el asunto de fondo.

El cine americano tiene un modelo narrativo muy definido y estilístico muy codificado, convencional, comercial muy reconocible por el público consumidor. Al parecer todas esas cualidad se las lleva ‘’Argo’’, cinta que no solo consiguió el máximo galardón a mejor película, sino también a mejor guión adaptado y mejor montaje. No tengo nada en contra el director Ben Affleck, pero en su reciente film sobresale el ‘’yo’’ de actor sobre el de director en comparación con su película ‘’The Town’’ (2010). Mil veces hubiera preferido que se haga acreedor de un Óscar con su segunda película de corte thriller dramático, que la actual amarrado a una publicidad de la CIA. Al fin y al cabo, el Óscar a lo largo de su historia no ha concedido el máximo logro a películas, actores y a directores de culto. ¿Cuándo se hará justicia? No lo sé, y sin embargo, sigo viendo cine de estampilla americana. El gusto cinéfilo me hace tragarme mi propia saliva y sé que esto no es el comienzo, ni el fin. Esto demostrará, una vez más que Hollywood es tan invencible como su propensión de acumular un cine de Estado y de publicidad nacional masiva que jamás llegan solos, si no que llegan hacer historia con los anhelados ‘’Óscars’’ con tal que su bandera traspase fronteras. ¿Qué de común tiene la guerra fría? Tanto como Rusia que fue el pionero y EE.UU que sigue el ejemplo da su mejor máscara de entretenimiento. Atrás queda el ''Plan Marshall'' para pasarse a llamar el ''Plan Hollywood'', servido tío Sam.