Nunca llueve eternamente.

A veces poeta, dramaturgo, guionista, cineasta, pero tristemente humano.

Una velada poética de Poesía de viernes

Por: Oscar Ramirez.
EDICIONES OREM

SOBRE LAS AZOTEAS, LA POESÍA Y LOS LÍQUIDOS ORGASMOS DE LA LUNA.
Miércoles 06 de enero. Casi son las seis de la tarde y bajo del ómnibus en la calle Cristal. Peculiar nombre. Tengo la seguridad del lugar pero me afirmo en la certeza de la llamada. "Aló Jefferson, estoy fuera de la casa de Julio". "Bacán, ya bajo". Desde el cuarto piso se asoma Parix Cruzado y sonríe en las eternas bromas que nos hacemos. Tantos metros y la tentación de la caída. La puerta se abre, vienen los abrazos, las buenas nuevas y luego subir.
Días antes había recibido la invitación vía mensaje de Ivan Espinales para compartir con la gente de Poesía de Viernes una tarde entre lecturas, tragos y las infinitas conversaciones que llevan a la emoción del tiempo. "Invitaremos a otros amigos más". "Cuenten conmigo" y separando la agenda para la fiesta del té.
Una vez arriba, Iván y Julio César Díaz ya estaban en el aire poético. La azotea estaba propicia: las sillas en semicírculo, las luces adecuadas, la música que fluía (luego todos la hicimos de dj. Tres canciones por un sol!). En el desfile de la tarde, mientras el mago "Harry" hacía aparecer botella tras botellas, habano tras habano, fueron llegando los amigos: primero Luc Vigo y Elda Delgado; luego Claudia Chávez, y así la noche se hacía propia, y los nombres se me extravían.
Y luego de ese comienzo, en el principio de todo, el maestro Julio puso a rodar la cámara, para que las cosas interesantes y las que no lo fueran (que al final son siempre muchas) quedasen registradas, sin mayor intención de figuración, sino más natural, como suelen ser las conversaciones de amigos: un viaje de la palabra al principio de la palabra. Aquí un breve extracto de ello (Clic en el vídeo al final del post).
Ya por la noche, fuimos primero a comer algo para bajar la efusión del cuerpo producto de los tragos. Ya el tiempo hacía lo suyo. Luego regresamos y la fiesta del té se hizo poesía. Para más recuerdos, aquí toda la carpeta de gráficas a cargo del maestro Julio César (ver album / facebook del grupo Poesía de viernes).

La noche y la poesía, el tiempo y los conflictos de la palabra. 
Gracias por la buena velada, en el deseo que se repita. ¡Salud!